domingo, 12 de octubre de 2008

El blog como herramienta literaria

Soy Docente de Primaria.


En el aula de 7º grado contamos con 8 máquinas con Internet. Esto hace que usualmente usemos
la web para nuestras clases.

Hay una herramienta de Internet en particular que utilizamos como grupo. Esa herramienta es un blog.

Nuestro blog se llama “Voces del fondo”.

En él vamos volcando producciones literarias que los niños trabajan primero en la clase, luego de corregida la producción es tipiada en Word y posteriormente publicada en una entrada del blog.

La idea es que las producciones literarias, ya sean investigaciones, cuentos, instrucciones, críticas literarias, ilustraciones, sean publicadas y compartidas con el resto de los compañeros y con los lectores usuales o casuales del blog.

En un principio los niños no creyeron que el blog fuese a ser una herramienta que les fuese a gustar o interesar: lo suponían ajeno y además sostenían que nadie visitaría nuestras producciones.

Pero con el correr del tiempo quedó demostrado a través de los comentarios y del contador de visitas, que el blog era un espacio visitado y que con su estilo propio hasta a nosotros nos daban ganas de visitarlo una y otra vez.

Además los niños se apropiaron de este espacio al punto de reclamar la publicación de un trabajo en particular o de mejorar una producción para que el scanner pueda leer mejor la imagen.

Incluso, algunos niños trajeron ideas o textos para poder publicar algo aunque no fuera estrictamente literario o por gusto personal. Es decir que la socialización pasó a tener un sentido más para sus producciones, cosa que en sus historias escolares solo sucedió esporádicamente, y no usualmente (el verdadero sentido de la escritura sería justamente hacer pública la palabra)

A través del blog los niños aprendieron diferentes aplicaciones que esta herramienta posibilita: publicaron textos tipiados previamente en Word, pensaron títulos y etiquetas para relacionar entradas, subieron imágenes previamente seleccionadas y guardadas en carpetas, subieron videos de you tube, armaron videos con slide, entendieron que las producciones también pueden “subirse” a la máquina a través del scaneo, etcétera.

Pero lo más importante del recurso fue la importancia que tuvo para ellos producir, ya que el intercambio de trabajos no era solo de maestro- alumno, sino que sus palabras, sus ideas, sus dibujos, pasaban al ámbito de lo público, de lo compartido. Así, no solo el docente sería el destinatario de sus producciones, sino cientos de lectores que recorrerán infinitamente el blog.

El blog produce interactividad entre los creadores de los post y quienes los comentan, entre los lectores silenciosos, con los visitadores ocasionales.

Le da a la palabra un espacio privilegiado; el texto pasa a ser público, para todos. Esto logra que el escritor se sienta escritor con sentido y se esmere en lograr una transmisión de sus ideas legible, apropiada para que los demás entiendan.

Como maestra de Prácticas del Lenguaje, el blog resultó ser una herramienta cien por ciento productiva ya que con el correr de los meses la mayoría de los alumnos se mostró interesado en profundizar sus conocimientos sobre recursos de escritura para lograr no sólo aprobar el área, sino además, que sus textos logrados con esfuerzo y esmero sean publicados. Sean leídos. Sean valorados.

Por todo esto sostengo que el mejor de los recursos estuvo a nuestro alcance.

Es más, para mí como docente hay una antes y un después del blog: si trabajase en otra escuela, donde no hubiese máquinas en el aula, donde no hubiese Internet, igual, de todos modos, volvería a proponer un blog como un espacio de publicación.

Tengo la convicción de que Internet debe estar también con nosotros en el aula tanto como las carpetas de trabajo personal o un libro de texto.

Entonces, ya para siempre, involucraré el recurso de Internet como herramienta de trabajo, pues el futuro ya llegó al aula..

viernes, 10 de octubre de 2008

¿Para qué escribimos?


Porque aunque la lucha esté perdida de antemano, parece decirnos Soriano, igual vale la pena: porque dejaríamos de ser humanos si no hubiera entre nosotros esos locos geniales, dispuestos a apostarlo todo sabiendo que van a perder, y ganándose la eternidad en el acto mismo de jugarse. Eso es literatura.
De Ana María Shua,Un escritor anticuado
Imagen y texto tomado de http://literatops.blogspot.com/